Es hora de descubrir qué comían realmente los vikingos y separar los hechos de las invenciones cinematográficas.
Cuando pensamos en los vikingos, inmediatamente nos viene a la mente esa imagen clásica: festines gigantes, carne voladora, barriles de hidromiel y un montón de gente gritando “¡Skål!”. ¿Pero eso fue realmente todo?
A pesar de su reputación de ser brutales, los vikingos tenían una dieta muy variada. Por supuesto que había carne involucrada, pero eso no era todo. Muchas cosas se han romantizado a lo largo del tiempo, especialmente a través del cine.
Lo cierto es que los vikingos sabían comer bien. En este artículo intercambiaremos ideas sobre los mitos, curiosidades y verdades de la dieta vikinga. Sin lujos, sin términos difíciles.
Esto es una charla directa, como una charla de bar con un tema histórico. Y si alguna vez te has preguntado qué comían realmente los vikingos, no te preocupes: esa duda terminará ahora mismo.
El vikingo no vivía solo de carne
Desmintamos un mito desde el principio: no, los vikingos no solo comían carne. Esta idea surgió mucho más de las películas que de la realidad. Incluso comían carne de caza, como ciervo y jabalí, pero era sólo una parte de su dieta.
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La base en sí surgió de la tierra. Plantaban cebada, centeno, avena… y con ellos elaboraban gachas, pan e incluso bebidas fermentadas.
En otras palabras, ya estaba claro que el menú iba más allá de la barbacoa. Las verduras también tuvieron su lugar. Comían zanahorias, nabos, coles, puerros… y solían hacer guisos con todo junto.
Nada especial, pero súper funcional y nutritivo. Entonces, cuando se trata de lo que realmente comían los vikingos, la respuesta va mucho más allá de lo que imaginamos.
Tenía un poco de todo, aprovechando siempre lo que la tierra ofrecía.
El pescado era el verdadero favorito
Si había algo que un vikingo sabía hacer era pescar. Vivían cerca del mar, ríos y lagos, por lo que el pescado era una presencia garantizada en su dieta.
Comían bacalao, salmón, arenque y trucha. Y lo más increíble: ¡sabían conservarlo todo! Ahumaban, salaban e incluso fermentaban el pescado para que durara más en invierno.
Comer pescado era más fácil que cazar. Así, incluso aquellos que no eran ricos podían mantener una dieta rica en proteínas. Ah, y también había mariscos y crustáceos.
En otras palabras, no se puede hablar de lo que realmente comían los vikingos y dejar de lado el pescado. Fue el rey de la cocina vikinga, sin lugar a dudas.
Frutas, miel y otras delicias
¿Crees que los vikingos no comían dulces? Bueno, ¡sí que comieron! Claro, no era chocolate, pero sabían cómo arreglárselas con lo que tenían.
Las frutas silvestres como las fresas, las moras y las manzanas eran muy comunes. Los comían puros, secos o mezclados con papilla. Es todo natural, pero sabroso.
Y la miel era el edulcorante oficial. Además de utilizarse en la alimentación, se convirtió en el famoso hidromiel, la bebida favorita del público.
Así que, una vez más, lo que los vikingos realmente comían incluía algunas delicias naturales. No hubo postres industrializados, pero aún así, ¡se sirvieron dulces!
Cocina sostenible y creativa
Los vikingos eran muy inteligentes en la cocina. Se aprovecharon de todo. Como TODO. Nada se desperdició.
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Cáscaras de verduras convertidas en sopa. Huesos convertidos en caldo. Incluso la sangre de los animales se utilizaba para hacer salchichas. Quizás parezca extraño hoy, pero fue supervivencia.
También criaban animales como pollos, cerdos, vacas y ovejas. De esta manera garantizaban leche, huevos, carne y fertilizantes para los cultivos.
Entonces, si realmente quieres entender lo que comían los vikingos, tienes que mirar este lado sustentable. Vivían de lo que tenían y lo utilizaban inteligentemente.
Mitos y verdades
Al final, los vikingos comieron mucho mejor de lo que imaginamos. Sabían plantar, pescar, criar animales y aún así aprovechar al máximo todo lo que tenían.
Esa idea de sólo carne y aguamiel es bastante errónea. Su dieta era bastante equilibrada e incluso saludable para la época.
Saber qué comían realmente los vikingos ayuda a disipar esa imagen exagerada que venden las películas. No eran simplemente guerreros que comían jamón con las manos.
Y si creías que tenías una dieta rústica, mira aquí… ¡quizás estás comiendo más “al estilo vikingo” de lo que crees!